La potencia sin control no sirve de nada.
El día a día de los jugadores que aspiran a ser profesionales se resume en horas y horas frente al pc. El desarrollo lineal de sus habilidades, adquirido mediante horas y horas de juego, se queda frenado y en muchos casos estancado (e incluso retrocede), cuando alcanza su nivel de progresión máxima individual, o lo que es lo mismo; cuando necesita distintos estímulos a los utilizados por él para seguir avanzando.
El gamer profesional, está dotado de tres características fundamentales; muchas horas de juego, aptitud o talento natural, y capacidad de crecimiento y autocrítica. Nuestra labor como entrenador se basa en alimentar su capacidad de crecimiento, y con esto no quiero decir en que no debe mejorar su técnica (que también se debe), si no en superarse a sí mismo y en saber jugar en equipo, adaptándose en cada momento a las circunstancias de cada juego. Debemos aportar estímulos singulares a cada jugador para que este pueda mejorar en los aspectos que mejor convengan al EQUIPO. Repito EQUIPO.
La primera herramienta que debe instaurar el entrenador de cualquier equipo se llama: RUTINA. Si, rutina. El equipo debe saber a qué hora se comienza a entrenar y a qué hora se termina. Así mismo, el entrenador debe tener planificado el entrenamiento, dejando un tiempo para introducir elementos nuevos o que sean pertinentes por el devenir de partidas o entrenamientos recientes, pero nunca dejando de lado el planteamiento general. Las rutinas ayudan a todo el equipo; a los jugadores porque saben cuándo y qué se les va exigir, por lo que deben estar especialmente concentrados en ese periodo de tiempo. Al equipo técnico porque pueden establecer estrategias de aprendizaje, y realizar un seguimiento objetivo del avance del equipo.
El entrenamiento debe ser un lugar sagrado. Es decir, el entrenador es el que determina el qué, el cuándo y el cómo. No hay margen para la improvisación y el “colegueo”. Cierto es que se debe crear un clima positivo, pero hay que dejar claro que este clima está orientado a conseguir los objetivos planteados por nosotros.
Más adelante incluiremos tipos de rutinas que utilizan distintos entrenadores.